Ahora ya sabemos lo más básico sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hipoactividad. Es hora de profundizar un poco más sobre los orígenes. ¿Qué es lo que ocurre en el cerebro de un niño o niña con este trastorno?
La dopamina es una sustancia que se encarga de conectar las neuronas, es decir hace de neurotransmisor. En términos comprensibles y a modo de símil, diríamos que es como si tenemos dos o más teléfonos pero queremos comunicarnos entre nosotros con ellos. La dopamina viene a ser el "cable" que los conecta a la línea para poder hablar unos con otros. Esta dopamina actúa de manera "ralentizada" provocando una velocidad de respuesta mucho más lenta de lo normal.
Si este problema no se "ataja" antes del término de la pubertad, puede influir en el desarrollo tanto intelectual como social del niño o niña.
SÍNTOMAS DEL NIÑO HIPOACTIVO
- Problemas para nominar, descubrir hechos aunque suelen lograrlo cuando se les da un plazo de tiempo más largo para elaborar sus respuestas.
- Se suelen sentir incomprendidos por los demás y esto provoca en ellos frustación, fracaso escolar, falta de autoestima, etc.
- Se muestran frecuentemente cansados.
- Se aburren con facilidad cuando realizan una actividad de larga duración y suelen cambiar a otra sin terminar la anterior.
- No muestran interés sobre las tareas que se pretende que realicen, por lo que a veces se muestran evasivos o "ensimismados".
- No causan problemas de conducta con otros niños, más bien al contrario: les cuesta relacionarse con sus semejantes y tienden a jugar solos.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Su diagnóstico no tiene por qué ser crónico, ya que el cerebro se sigue formando. Por tanto, se espera que con el paso del tiempo la distancia entre neuronas vaya siendo menor a la vez que el tratamiento con dopamina ayuda a que tarde menos en dar la "descarga" necesaria para interactuar.
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