Quizá hayamos oído algo sobre el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad. Se trata normalmente de esos niños movidos que no pueden estarse quietos, ni centrar su atención, cambian continuamente de actividad y ocasionan problemas de conducta con demasiada frecuencia. Bien, pues este es el Trastorno de Atención que antes sabemos reconocer. En un segundo plano, allí en un rinconcito, está él. Nos referimos al Trastorno de Déficit de Atención con HIPOACTIVIDAD. Y se encuentra allá apartado porque los niños a los que hacemos alusión son niños callados, tímidos, que casi no se nota que están y a los que solemos calificar de "buenazos" o "tímidos". Les cuesta igualmente centrar su atención, es como si tuvieran un "ralentizador" incorporado. Reaccionan tarde, no saben distribuir el tiempo y se desmotivan con facilidad en tareas largas en el cole.
He aquí un blog de encuentros, que pretende dar al interruptor de la luz y que se vea bien todo lo que queda por hacer. Que sea beneficioso y que podamos ayudar a estos niños de una forma lo más precoz y eficaz posible. Que nuestro entorno tan saturado a veces y tan lleno de estímulos no impida a los niños con este trastorno avanzar igual que lo harían sus compañeros.
No es un imposible. Se puede. Se puede y se debe. La Educación debe prestar atención y los padres apoyo dentro y fuera del aula. El arma para la lucha está a la vista de todos y se llama Motivación y con unas pautas simples pero constantes podemos hacer que todos avancen y lleguen donde quieran llegar. Somos adultos y es nuestra responsabilidad. Ellos lo merecen todo.
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